El actual jefe comunal dijo que tienen 25 procesos por deuda y cheques sin fondos, y que a diario reciben demandas. Trabajan en el presupuesto de 2019 con el fin de fijar las prioridades y definir montos a fin de ir achicando la deuda.

Perugorría trabaja día tras día en recuperarse tras el descalabro financiero que llevó adelante la gestión de Angelina Lesieux mientras estuvo al frente del Ejecutivo municipal.

El intendente Juan Ramón Castellanos puso de relieve que a diario reciben notificaciones de la Justicia, que dan cuenta de la feroz deuda que dejó la mujer que representó al kirchnerismo de ala dura en la provincia.

“Trabajamos todos los días para encauzar a la Municipalidad de Perugorría. Nuestra comunidad ya ha sufrido demasiado. Es hora de darle una nueva imagen. Con el Ejecutivo municipal haciendo las cosas bien y preocupándose por encuadrar las finanzas dando paso a una nueva etapa de nuestra ciudad”, dijo Castellanos.

En ese mismo sentido, el jefe comunal señaló que tienen un estimativo de la deuda que deben pagar, después de que Lesieux manejara las finanzas municipales como se le antojaba, y que la misma ronda los 47 millones de pesos. Por esta deuda es que los proveedores le inician demandas a la Comuna para tratar de cobrar.

“Hoy debemos tener cerca de 25 juicios de los acreedores. Esto es parte de la herencia que nos dejó Lesieux cuando finalizó su mandato. En el medio, tenemos los que le reclaman a la Comuna contra cheques sin fondos y elementos que jamás se pagaron”, dijo Castellanos.

Así el jefe comunal y su equipo económico ya trabajan en el presupuesto del año entrante, en el que prevén partidas que estén destinadas a ir abonando los compromisos asumidos con los empresarios de las localidades vecinas, ya que son necesarias para llevar adelante el proyecto que pretende esta gestión, que pertenece a la alianza Encuentro por Corrientes (ECO) + Cambiemos.

En lo que refiere al personal municipal, de los 170 trabajadores que supuestamente eran empleados del Municipio, 68 fueron blanqueados. Estos eran los que tenían mayor antigüedad y no representaban lo que se conoce como el personal político, que cumplía funciones que muchas veces no tenían nada que ver con las tareas de la Comuna.

“Esta gente fue blanqueada como corresponde, con las cargas que son obligatorias como la ART, la obra social, la jubilación, y todo lo que les corresponde por ley. Cuando nos hicimos cargo, tenían una deuda de meses en los salarios y 5 aguinaldos. De a poco vamos poniéndonos al día”, indicó el jefe comunal.

Lesieux y Jorge Corona representaron para más de una década una manera de hacer política, donde tenían previsto perpetuarse en el poder. Intercalando las candidaturas a jefes comunales, ya habían convertido a la ciudad, en su comarca.

Envueltos en uno de los escándalos de corrupción más importantes de la historia de la provincia, la pareja le rendía pleitesía al sindicalista preferido de Cristina Fernández de Kirchner, Omar Caballo Suárez, líder del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y a la hoy gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.

Tenían aceitados vínculos con el ex secretario de Obras Públicas de la Nación José Valijero López, quien era hombre de confianza del exsuperministro Julio De Vido. Con estos padrinos es que Lesieux habría dilapidado cerca de 40 millones de pesos en obras públicas, que jamás se hicieron, pero que sí se pagaron.  

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