El manual de la extorsión volvió a los colectivos. El gremio MAFIOSO UTA, funcional a los intereses del monopolio y sometida carnalmente hace tiempo a ERSA, vuelve a ser el ariete de empuje contra el municipio, impulsando la cuestión salarial como paso previo a que los empresarios les digan que no les pueden dar, si el boleto no se aumenta.

Desde el municipio la cuestión está muy dura, y les enviaron señales de que durante el año en curso no se pueden esperar aumentos que carguen sobre los bolsillos de los usuarios el incumplimiento empresario.

La amenaza de paro ya estaba lanzada, por lo que la Subsecretaría de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que haga que las partes accedan a reunirse, para que la presión surja efecto, en este caso en una mesa de negociación por fuera del municipio.

Por ahora, quien debe dar el paso es el Concejo Deliberante, adonde no hay números para que se avance en nuevo aumento, al menos por este año.