La medida alcanza a Mario, Lisandro y Horacio Boschetti, y César Gelmi, todos ellos integrantes del Consejo de Administración de la cooperativa; y a Alfonso Siviero, Ana Karina Alonso y Carlos Contreras, quienes operaban desde un local supuestamente dedicado a negocios inmobiliarios.

En la investigación se precisa un significativo crecimiento patrimonial registrado por cada uno de los imputados, en especial, a partir de la adquisición de una importante cantidad de inmuebles, vehículos de alta gama e inversiones en fideicomisos inmobiliarios.

En el análisis sobre la titularidad de automotores y adquisición de derechos patrimoniales, ya sea mediante boletos o contratos de compraventa durante 2012 y 2016 se identificó 25 vehículos de alta gama -(BMW, Ferrari y Porsche, entre otros) vinculados a tan sólo uno de los acusados: Alfonso Siviero.

El Juez Federal Juan Carlos Vallejos, procesó con prisión preventiva a los principales directivos de la “Cooperativa de Créditos y Servicios Pyramis”, en la causa donde se investiga la canalización a la economía formal, principalmente a través de la compra de vehículos de alta gama e inmuebles, los millonarios fondos obtenidos de manera ilegal a través de la intermediación financiera no autorizada, delito por el que ya cuentan con procesamiento confirmado por la Cámara Federal de Corrientes.

La medida alcanza a Mario, Lisandro y Horacio Boschetti, y César Gelmi, todos ellos integrantes del Consejo de Administración de la cooperativa; y a Alfonso Siviero, Ana Karina Alonso y Carlos Contreras, quienes operaban desde un local supuestamente dedicado a negocios inmobiliarios.

La investigación llevada adelante por el Fiscal Federal, Flavio Ferrini, con la colaboración de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), permitió constatar que al menos desde 2012 hasta octubre de 2015 la cooperativa Pyramis funcionó como un banco clandestino.

Bajo la fachada de una cooperativa, la entidad desarrolló una operatoria caracterizada por la captación de fondos del público que luego eran utilizados para el otorgamiento de préstamos, descuento de cheques, y operaciones cambiarias.

Durante los allanamientos se logró acreditar, incluso, que ofrecía a sus clientes –tanto asociados como terceros ajenos- el servicio de cajas de seguridad.

Tal actividad, desplegada fuera de la órbita del Banco Central de la República Argentina, le permitió a Pyramis obtener alrededor de $68,5 millones de personas ajenas a la entidad y capitalizar más de $9,5 en intereses, con al menos 212 clientes confirmados.

La pesquisa puso en evidencia los vínculos económicos que la cooperativa mantenía con una gran cantidad de personas jurídicas, a pesar de que su estatuto sólo permitía asociarse a las personas de existencia visible. Se logró establecer así el modus operandi mediante el cual la entidad recibía dinero de otras empresas para destinarlo a préstamos, garantizando su cobro con cheques y/o pagarés emitidos por quienes tomaban el dinero en préstamo.

Según se desprende del auto de procesamiento, los imputados utilizaron los cuantiosos recursos obtenidos de la intermediación financiera no autorizada para sostener y retroalimentar el funcionamiento de la cooperativa, pero también –y fundamentalmente- para volcar a la economía formal dinero que permita disimular su ilicitud de origen y, de este modo, facilitar a las personas investigadas su mejor disfrute.

La maniobra permitió volcar a la economía formal dinero obtenido ilícitamente.

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