Se dispone la erradicación de la planta de mirto o jazmín árabe de toda la ciudad debido a que ellas son el lugar ideal donde suele alojarse una chicharrita, cuyo nombre científico es “Diapohorina citri”, insecto vector de la enfermedad HLB (Huanglongbing), que afecta a los citrus.

Se trata de una medida preventiva para contrarrestar a esta plaga que desembarcó en territorio argentino en 2012.

Esta ordenanza aprobada de forma unánime por los concejales responde a una invitación de adhesión a la Ley Provincial de emergencia fitosanitaria en Corrientes.

El expediente obtuvo la semana pasada el visto bueno de las comisiones de Salud y Medio Ambiente, y de Asuntos Constitucionales y Legislación y se aprobó el jueves último.

Desde 2010 la Provincia ejecuta controles y tareas de prevención de la enfermedad para evitar su ingreso en las áreas de producción masiva.

El mirto es hospedero alternativo del insecto conocido como chicharrita (Diaphorinacitri) que transmite la bacteria mortal para los cítricos.

Esta planta presenta una continua brotación a lo largo del año y propicia la reproducción del insecto, aumentando el riesgo de dispersión de la enfermedad, que también se transmite por material vegetal de propagación infectado (plantas sin certificar, brotes, etcétera).

El año pasado se hallaron rastros de HLB en seis plantas de patio en Ituzaingó y encendió las alertas en los trabajos de prevención que se realizan dentro de lo que las autoridades de la Dirección de Producción Vegetal de la Provincia llaman de cuarentena, y todavía no se afectó plantaciones de producción masiva de cítricos. Se tomaron muestras de material vegetal de cítricos y del insecto.

Los recientes focos de HLB reportados se circunscriben al ejido urbano, en esta zona las plantas cítricas están ubicadas en veredas y traspatio, no en quintas de producción comercial.

El temor radica en las gravísimas pérdidas que puede ocasionar en el sector productivo citrícola y en las economías regionales.

En el caso de Corrientes el 57 por ciento se concentra en Monte Caseros, en tanto el 33 por ciento en la denominada cuenca bellavistense, que incluye a Mburucuyá, Saladas, Concepción, San Roque y Lavalle.

Este año el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y los organismos provinciales no anunciaron la aparición de otros vegetales con el mal.

Según los especialistas los síntomas compatibles con el HLB que una fruta puede presentar con moteado amarillento, nervaduras engrosadas y corchosas, frutos con asimetría e inversión del color de maduración.

En muchas oportunidades a los productores se les presentó el panorama mundial de esta enfermedad y el manejo que han realizado diferentes zonas citrícolas así también la situación regional y las medidas propuestas para enfrentar su avance.

La plaga – que ya destruyó producciones enteras como la de Cuba, la de Florida (Estados Unidos) y la de varios estados de Brasil – se transmite a través de una “chicharrita” cuya presencia es muy común en los campos de Corrientes, Misiones y Entre Ríos. El vector es un pequeño insecto de coloración gris con manchas oscuras en las alas, que mide de 2 a 3 milímetros de longitud.

Se hospeda en todas las variedades cítricas y también en los mirtos, un árbol muy tradicional en las calles de nuestra provincia.

Entre los daños que produce el mal se destacan la muerte de las plantas infectadas, la disminución del peso de los frutos, la caída del nivel de azúcar que es un parámetro importante para la industria, el aumento del nivel de acidez, menor porcentaje de jugo y tamaño, alteración del color y forma, la improductividad de las plantas jóvenes, entre otros perjuicios.

Argentina es el séptimo productor de cítricos del mundo. De las 135 mil hectáreas que se destinan en el país a este emprendimiento, precisamente la Mesopotamia – región en la que se encuentra el vector transmisor – representa el 64%.

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