Así lo sostuvo el actual Ministro Secretario General de la Gobernación Carlos Vignolo aunque no fue especifico.
La realidad es que la cadena de supermercados IMPULSO muestra un gran desapego por las normas de higiene y salubridad en sus locales y fue ”natural este pésimo comportamiento”, no solo ahora sino a lo largo del tiempo.
IMPULSO es reticente a la limpieza y a sus propietarios poco les interesa accionar sobre esas normas de convivencia en materia de servicios.
Sus locales en su mayoría lucen de aspecto sucio, viejos sin renovación, permanentemente parchando las vetustas y ajadas estructuras que solo genera un aspecto de rechazo al cliente, aunque muchas veces no le queda otra que asistir.
Hoy ese “pésimo manejo empresarial” tiene sus consecuencias sobre el cliente. Se sabe que el populoso barrio Pujol en la Capital de Corrientes está siendo rastreado epidemiológicamente a raiz de una serie de contagios ocurridos en el local de IMPULSO sobre la avenida Armenia.
El funcionario provincial expresó que “se realizaron hisopados masivos en el barrio Pujol y en Sol de Mayo. Los hisopados masivos que se han hecho en el barrio Pujol han dado muy buen resultado porque hemos encontrados 13 casos positivos, todos vinculados al comercio (barrio dónde debió cerrarse el supermercado IMPULSO)”, y destacó que “todos esos casos tienen su trazabilidad”.
El local de IMPULSO que esta semana quedó cerrado solo por unas horas y hoy ya está abierto al público SIN NINGÚN tipo de control , pese a tener más de 100 casos entre sus empleados.
Una verguenza a su vez que no caiga ningún tipo de responsabilidad civil o judicial sobre la soberbia de sus propietarios que irresponsablemente NO ejercieron ningún protocolo de control diario sobre sus empleados primero y sobre sus cliente después.
El Ministro Secretario General de la Gobernación señaló además que desde “el lunes la Municipalidad de Corrientes hace controles estrictos”, pues “muchos comercios han relajado su protocolo sanitario”.
