Desde la cárcel el ex intendente de Empedrado Juan Manuel Faraone alias “juancho”, solo esgrimió justificativos mediaticos y no respaldó sus dichos con elementos probatorios jurídicos. Fue desde el penal de Ezeiza mediante un raid mediático a emisoras de la Capital de Corrientes.

Juan Faraone está alojado en el Pabellón A del Módulo Nº 6 del penal de Ezeiza, provincia de Buenos Aires. Comparte espacio con otros detenidos por narcotráfico, de la causa denominada los “cuadernos de las coimas” y con Jorge Castillo, a quien lo llaman el “rey de la Salada”, entre otros.

En su defensa mediatica Faraone consideró que su detención es producto de “una causa que está direccionada. No tuve ni tengo una relación con el exjuez federal Soto Dávila ni con Federico Marín”, sostuvo.

La escucha telefónica difundida en todos los medios días después de conocerse su detención, demostraba sin embargo una “clara amistad“ con Morenita Marín quien en “plena fuga“ lo había contactado.

En ese momento Marín se había tiroteado con efectivos y luego de abandonar el vehículo propiedad de Faraone (ya en manos de la fuerza federal), se dió a la fuga, y Faraone vía telefónica le había sugerido que “se vayan a Empedrado” confesando “estoy cagado”.

Faraone en su defensa mediatica en las últimas horas deslizó otra versión distinta a la verdad, recordando que “un día llegó a casa Alejandro Maidana, a quien se lo conoce con el apodo de Tucu. Mi relación con él solo se limitaba a algunas salidas. No había otro vínculo. Estaba en la vereda de mi domicilio cuando llegó Tucu junto a otra persona, a quien presentó como Federico Marín, quien quería hablarme. Le pregunté en qué podía servirle. Me contó que tenía una camioneta y la secuestraron y en el procedimiento detuvieron a su mujer. Me pidió que le ayudara a encontrar a un abogado porque sabía que yo conocía a buenos penalistas”.

“Federico me dijo que sabía que conocía a Jorge Buompadre y Nelson Pessoa, a la vez que me manifestó que contrató y pagó a otros abogados, pero no solucionaron nada. Le respondí que no era amigo de Buompadre ni de Pessoa, pero podía hablarles”.

Tras referirse a la defensa mediática del ex Juez Federal Carlos Soto Dávila, Faraone utilizó recursos infantiles alegando que “no tengo amistad con Soto Dávila. Lo conocí por mi función pública. Una vez nos cruzamos, intercambiamos saludos y surgió en ese instante una conversación sobre pesca y allí le dije que le llevaría un dorado. Cuando conseguí el pescado lo llamé a la casa porque no tenía su celular. Al final nunca le llevé el dorado y lo terminé comiendo”.

Escaso de fundamentos jurídicos y con una causa judicial plagada de elementos contundentes Faraone por último alegó que “en todo esto hay una intencionalidad política. Querían sacarlo a Soto Dávila del Juzgado Federal Nº 1 y no se por qué terminaron llevándome a mi, a mi hija y su esposo. Demostraré mi inocencia”.

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