El Municipio de Corrientes podría “precarizar” el sistema de transporte urbano de pasajeros en la ciudad de Corrientes si el servicio continúa paralizado por el conflicto entre Uta y las concesionarias. De ser así otros oferentes cubrirían los recorridos.
Se sabe que el Municipio se endurecería y no descarta declarar al servicio en situación de precarización lo que abriría el camino a nuevos oferentes quienes podrían presentar sus condiciones para cubrir los diferentes recorridos.
Es por ahora una opción, pero no será desechada si el servicio no se restablece a la brevedad. El paro en el transporte, decretado desde la Uta nacional y que afecta a casi todas las ciudades del país, ingresa este viernes en su tercera jornada igual de empantanado que el primer día. La carencia de un medio de transporte esencial, sumado a la ya de por sí pesada carga de las restricciones por la emergencia sanitaria, hace crecer el malestar social. Se conoció que el Estado nacional no autorizará más subsidios de los ya otorgados, lo que igualmente sucede con la provincia de Corrientes y el Municipio de la ciudad Capital.
Particularmente las finanzas de la Comuna están dañadas producto de una caída en la recaudación y el parate económico general. El Municipio ya comunicó que no irá más allá de los acuerdos que tomó antes de este conflicto y que, como se sabe, incluye el reconocimiento de los boletos escolares, pese al cese de la actividad. Uta y las empresas, por distintas vías, esperaban se materializara, como ha ocurrido en conflictos precedentes, un nuevo desembolso que se volcaría a saldar una franja de los sueldos atrasados, pero eso no ocurrirá y el conflicto ahora está supeditado a un arreglo de parte.
La Intendencia intentó en vano un acercamiento el jueves, y sospecha que ambas partes estén tensando la situación deliberadamente para ver hasta donde se mantendría la negativa estatal. Según las fuentes Uta y empresas creían estar ante a un escenario favorable porque el Gobierno se vería obligado a ceder por la emergencia sanitaria, la presión social, y el silencio cómplice de otros actores.
Sin embargo el conflicto tendría una sola puerta de salida, que la intransigencias de las partes sea dejada de lado , se afirmó.
