Tienen 11 años y van a 6º grado. Ganaron el primer premio en Robótica, el segundo premio general y el primer premio a las mujeres programadoras. Se trata de dos grupos de estudiantes, de niñas y varones, de la Escuela Manuel Belgrano. La experiencia, inolvidable para todos.
Algunos viajaron por primera vez en avión y en el aeropuerto rompieron sus equipos. Ya en Buenos Aires lograron conseguir repuestos y sobre la hora armaron, participaron y GANARON.
El viaje estuvo signado de vicisitudes, pero fue una experiencia inolvidable para el grupo de alumnos de la Belgrano y sus docentes.
Al final de la jornada, en el Palacio Sarmiento, de Buenos Aires, solo quedó lugar para los festejos. “Nos encomendamos a la Virgen de Itatí y pudimos solucionar cada inconveniente a tiempo.
Los chicos están orgullosos y muy contentos”, aseguró el profe Roberto Rolón, quien celebró haber cosechado tres de las principales distinciones para Corrientes en la Maratón Nacional de Programación y Robótica.
Los dos grupos correntinos llegaron a la final del concurso. “Estamos muy orgullosos ya de haber llegado a esta instancia porque son cinco las plazas otorgadas para el nivel primario en este concurso y dos las ocupa nuestra provincia”, dijo el docente.
Los alumnos cursan el 6º grado de la escuela primaria, tienen 11 años y pertenecen al grupo Velums, integrado por Eugenia, Maia y Guadalupe, quienes presentaron un proyecto en programación. Diseñaron videojuegos educativos sobre el uso de Internet para niños y los cuidados que se deben tener ante el riesgo de grooming.
Este grupo de niñas asiste al turno mañana en el ese establecimiento educativo.
En tanto que el grupo Los Peques de la Belgrano, integrado por Pablo, Dalma y Benjamín, participaron con un prototipo en robótica, el cual consiste en una silla de ruedas autónoma que funciona con una aplicación para el sistema Android de un celular. Ellos asisten al turno tarde y todos son alumnos del profesor Rolón en el taller de Computación en la Belgrano.
“Al grupo de las chicas, que presentaron los videojuegos, les preocupaba el escaso conocimiento que tienen los chicos de su edad sobre los riesgos que existen en Internet, en especial en las redes. Por eso decidieron realizar esta presentación”, comentó Rolón.
“Todo el viaje, desde la preparación para concursar hasta el regreso, es una experiencia intensa para los grandes y para los chicos, mucho más”, aseguró Rolón.
Al principio, programaron el viaje en colectivo. Luego se consiguieron aportes para que el contingente pudiera trasladarse en avión. Muchos de los niños nunca habían volado antes.
En el momento del embarque, personal de Seguridad Aeronáutica retuvo durante algún tiempo los equipos de robótica que trasladaban. Aun cuando eran transportados en cajas abiertas, requirieron desarmar los equipos. “Los desarmaron mal, porque no tenían conocimiento. Y se rompieron algunas partes antes de pasar por los escáneres”, narró el docente.
Luego hubo una demora de más de una hora y media al partir el vuelo. Y arribaron a Buenos Aires cerca de la medianoche. “Volvimos a montar los artefactos, pero con el cansancio hicimos mal una conexión, y se quemó una parte importantísima del robot. Pero ya era la 1 de la mañana”, relató.
La jornada ayer comenzó muy temprano. Desde las 6, niños y adultos se pusieron en marcha, para acreditarse –aún con los equipos rotos– a la maratón para la que habían viajado.
“Tuvimos suerte, porque la competencia, que empezaba a las 8, tardó una hora más en comenzar”, explicó.
Con las direcciones y las instrucciones de los profes, los padres que acompañaron a los peques, salieron a recorrer comercios para conseguir los repuestos. “Pero en Buenos Aires, los negocios no abren antes de las 9 de la mañana. Recibimos las piezas cerca de las 11. Y conseguimos la autorización para poder intervenir. Conseguimos conectar todo y funcionó”, celebró Rolón.
Los correntinos de la Belgrano cosecharon así, en medio de la ansiedad y los nervios del concurso, tres premios en el podio de la maratón.