Encasillados en viejas formas de negocios que están quedando obsoletas y solo sirve para quebranto y generar deudas, los "remiseros" pidieron al Concejo Deliberante aplicar multas millonarias a los conductores que se sumen a la aplicación Uber.
Argumentan en una supuesta "competencia desleal" y plantean retrogradamente que "una empresa extranjera se lleva el dinero sin dejar nada”. Punto de vista cerrado y marginal que elige mentener viejas formas poco claras de negocios que está demostrado perjudica monetariamente, en la mayoría de los casos, a los usuarios.
Uber no es una aplicación de taxi, es una empresa de tecnología que usando su aplicación, los usuarios que necesitan transporte consiguen fácilmente encontrar socios conductores que ofrecen este servicio. La empresa ofrece una opción más para moverse por la ciudad, con más estilo, seguridad y comodidad.
En la capital de Corrientes en las últimas semanas los agentes de tránsito vienen realizando una caza de brujas al filo de lo ilegal cuasi mafioso desde el punto de vista que son empleados públicos sin orden legal, focalizando trabajos de encubierto para detectar e interceptar a los conductores que utilizan la app, con multas que por ahora llegan a los 12.000 pesos.
Uber no emplea a ningún conductor y no es dueño de ningún auto. Sólo ofrece una plataforma tecnológica para que socios conductores aumenten sus rendimientos y para que usuarios encuentren conductores confiables.
