“Ojalá mi renuncia sirva de alerta para que todo mejore. Que sirva para abrirle los ojos a Burna de que hay muchas cosas que no se están haciendo bien. Tampoco quiero que le vaya mal, por el contrario, quiero que lo que esté mal se revierta”, sostuvo en la misiva dónde además dejó otras cuestiones explayadas.
En octubre del año pasado, la fórmula Eduardo Burna UCR-Raúl Motta ELI ganó los comicios municipales en Ituzaingó por más del 70% de los votos. Los electores estaban cansados de la pésima administración del kk Oscar Piñón.
Ambos ejercían sus roles en el Ejecutivo hasta que ayer el viceintendente oficializó su renuncia porque alegó que ya no podía continuar ocupando un cargo y no dar respuestas a los múltiples pedidos que recibía a diario. Pero además expresó que espera que su alejamiento sirva como una señal de que se necesita mejorar la gestión.
Transcurrieron casi ocho meses desde el día en que Motta juró como vice. Y durante ese período, según manifestó, concurría a su oficina en el edificio municipal.
“Si falté, fueron muy pocas veces. Cada día iba y atendía a la gente. Recibía entre 20 y 25 personas”, contó Motta, que acotó “eso es un promedio, porque llegué a escuchar los pedidos de 40, en un solo día”.
Inclusive, destacó, ayer a las 8 llamó a su secretaria para decirle que no iría. Pero la respuesta fue “ya hay nueve personas esperándolo”.
Cuando escuchó eso, decidió ir para tratar de brindarles alguna solución antes de oficializar su renuncia porque la decisión -indeclinable- ya la había tomado antes que comenzara la jornada. Es que, el día anterior (jueves) desde las 19 y hasta la medianoche estuvo reunido con quienes forman parte del equipo partidario a nivel local.
“Inclusive se lo manifestó a quien es el líder de ELI, Pedro Cassani”, acotó Motta. Al mismo tiempo remarcó que “no fue fácil ni personalmente ni políticamente, pero creo que es lo mejor porque ya no podía soportar la impotencia de no poder dar respuestas a pedidos básicos de la comunidad”.
A modo de ejemplo enumeró casos de personas que solicitaban ayuda para poder trasladar sus pertenencias a otra población por tener que mudarse por cuestiones laborales, otras que pedían arena, un poco de madera para reparar su vivienda o asistencia alimentaria.
“Muchas veces puse de mi bolsillo porque uno no puede ignorar a la gente que viene a pedir porque no tiene como resolver un problema”, expresó el dirigente y ahora ex integrante del Ejecutivo Municipal.
Si bien indicó que en reiteradas oportunidades planteó la necesidad de atender una serie de demandas sociales, comentó que hace un mes en una reunión de gabinete, lo expuso con mayor ímpetu.
“Porque no se estaba brindando adecuadamente una serie de servicios básicos, tampoco se cumplieron una serie de compromisos que asumimos con numerosas familias humildes e inclusive se están despidiendo personas que cobraban $4 mil o $5 mil. Son cifras bajas, pero para muchos sí o sí necesitan ese dinero para poder vivir”, explicó Motta.
Sobre esto, remarcó que manifestó la necesidad de revisar lo que se estaba haciendo porque “nosotros le prometimos a los ituzaingueños que mejoraríamos la calidad de vida de todos y en lo personal creo que estábamos faltando a nuestra palabra. Y al no recibir respuestas concretas ante este planteo, resolví dar un paso al costado porque tampoco soy esa clase de persona que se queda y comienza a hacer una interna porque eso afecta a toda la comunidad”.
En este punto, subrayó: “Ojalá mi renuncia sirva de alerta para que todo mejore. Que sirva para abrirle los ojos a Burna de que hay muchas cosas que no se están haciendo bien. Tampoco quiero que le vaya mal, por el contrario, quiero que lo que esté mal se revierta”.