El nuevo intendente, Carlos Martínez, explicó a su pueblo el estado calamitoso de la comuna. Tras ganar las elecciones del 14 de noviembre, Carlos Martínez asumió el 10 de diciembre como intendente de San Isidro. Tres días después del traspaso, esa Comuna declaró la emergencia financiera, económica, administrativa y sanitaria.
El estado con el que se encontraron las nuevas autoridades apenas a días de asumir, según sus palabras, "es más triste que la pobreza". San Isidro estaba gobernado por Vilma Ojeda (PJ). En el área de Obras Públicas había "solo dos palas y un machete", dijeron.
En las últimas horas la reciente administración de Martínez convocó a una conferencia de prensa en la que denunciaron el vaciamiento de esa Comuna e invitaron a los periodistas y al propio pueblo a recorrer las áreas, oficinas, y que así vean cómo quedó todo. Computadoras inservibles o sin información, un parque automotor inexistente e incluso sin nómina alguna del personal municipal.
"No tenemos archivos, no sabemos la nómina del personal, no sabemos cuántos hay. Tuvimos que realizar un censo".
En la cuestión económica financiera, el intendente dijo que aún no pudieron acceder a las cuentas del Municipio, pero que es por un trámite administrativo, por lo que se resolverá en los próximos días. En resumen, desconocen si hay fondos para hacer frente a los compromisos como el pago de sueldos y el medio aguinaldo.
"No tenemos materiales o elementos para seguir administrando. Queremos contarles a la población porque queremos ser transparentes", dijo el intendente Martínez.
Lamentó que en el "primer día laboral de Obras Públicas no se contaba con herramientas y en Salud no había medicamentos".
"No tenemos archivos, no sabemos la nómina del personal, no sabemos cuántos hay, tuvimos que realizar un censo. Nos encontramos con varias irregularidades en nuestro Municipio", aseguró.
"Hay oficinas en las que prácticamente no hay nada, tenemos que comenzar de nuevo", agregó.
En Obras Públicas, aseguraron que "el parque automotor está destrozado, es imposible trabajar con ese tipo de maquinaria, nos quedaron dos palas y un machete".
"Es un Municipio que está en una desidia, es peor que la pobreza, es un desastre", remarcaron.
Incluso, la situación podría ser peor, ya que investigan si vehículos que supuestamente eran del Municipio antes del 10 de diciembre están a nombre de la exintendenta Ojeda. "Como no hay documentación, no podemos decir si los materiales que se usaban en la anterior gestión eran del Municipio o no".
La falta de información sobre esa Comuna es casi total. Literalmente, son oficinas vacías, informaron.
Desde el área de Economía, explicaron: "Estamos trabajando y reuniendo datos. Hoy no podemos brindar números, saldos y deudas con exactitud. Tenemos la prioridad de hacer frente a sueldos, aguinaldo y plus. Estamos esperando la habilitación de las cuentas bancarias. Hoy no sabemos si contamos con efectivo".
Las nuevas autoridades no descartan avanzar con acciones judiciales contra la gestión anterior, pero se mostraron cautos "hasta reunir pruebas concluyentes".
En la conferencia, incluso vecinos manifestaron su indignación.
El lunes, el intendente emitió una resolución en la que se declaró la emergencia financiera, económica, administrativa y sanitaria.