El grupo de referentes gremiales amparados por el SuteKo y alineado con la casi extinta agrupación del kirchnerato vuelven a escena para intentar recuperar un espacio de protagonismo perdido hace tiempo.
El SuteKo junto a un puñado de primates utilizaron métodos repudiables y absolutamente condenables por toda la sociedad, para protestar y de manera canalla y cobarde ensuciar el derecho legítimo a peticionar.
Claramente identificados, los primates con chalecos celestes del gremio kirchnerista SuteKo, alientan a ingresar al Ministerio de Educación por la fuerza. Dirigentes que nada tienen que ver con la docente correntina que a su vez exige sus derechos.
Sin iniciativa, sin poder de convocatoria amplia y sin poder convencer el SuteKo debió urgar en métodos oscuros que solo tienen los mediocres resentidos y excluidos del rancio kirchnerato.
Desde el seno del Gobierno salieron a acusar directamente como responsable de los desmanes al capo del SuteKo Fernando Ramírez, en su intento de ”tomar” el edificio público aprovechando métodos violentos y de serios destrozos al bien estatal.
Escaso de fundamentos y olvidados de la razón, el kirchnerato entiende que la violencia, el patoteo, la confrontación y la intolerancia serán el ”modo de acción” para conquistar espacios perdidos en la ciudadanía.
Se viene un año electoral en el País y aunque no tienen respaldo popular, más que los peronchos residuales y otras agrupaciones cuasi anarquistas menores, el SuteKo entiende erróneamente que retomarán la iniciativa.