Según el resultado del procedimiento efectuado durante el fin de semana por agentes de la Dirección de Tránsito Municipal, el chofer de la Renault Master de color blanca patente GLV-910 que trasladaba a los músicos tenía 1.09 de alcohol en sangre. Además tenía la “revisión técnica obligatoria” VENCIDA.
El cumbiero Roberto “Yiyo” Ibarra, tras el escándalo usó sus influencias e inmediatamente llegó el perdón. Por orden del intendente Tassano no solo le devolvieron el vehículo y la licencia de conducir al chofer borracho, que pudo ocasionar una tragedia, sino que además “culparon a los agentes” que “habían realizado mal el procedimiento”.
La desprotección a los hombres y mujeres de Tránsito Municipal quedó en evidencia. Al ciudadano común que paga sus impuestos también. La impune ejecución de orden emanada por la cabeza del municipio, además sienta un “peligroso antecedente de privilegio” para futuros procedimientos.
El vecino podrá aludir “al perdón de Yiyo”, para justificar eventualmente en caso que le encuentren manejando ebrio, sin poder evitar las consecuencias de una futura desgracia.
Tirados del otro lado el personal de la Dirección de Tránsito Municipal que cumpliendo su deber solo ejercieron el poder de “protección ciudadana” por el cual fueron encomendados.