Para recordar aquel triste episodio de la primavera del año 2012 donde Guillermo Juaní perdió la vida atropellado por Rafael Bofill, el cantautor actuará pagado por el estado.
El hecho lamentable que solo desnudó la miseria humana y cobarde de toda la familia Bofill, dejó sin padre y sin marido a un hogar de laburantes. Nunca pidieron perdón. Resistieron acercar solidaridad o empatía con la familia del difunto laburante.
En aquel momento, “chingolí” Bofill actuaba en el boliche bailable Bolilla 1. Hoy, 9 años después de ese tiempo trágico lo hará para la tv estatal y junto a su padre.
Su hermano Rafael había llegado para acompañar y festejar la actuación. Casi al amanecer, totalmente ebrio Rafael tomó el volante y a pocas cuadras de llegar a la casa de sus padres con quienes residía, atropelló y mató a Guillermo Juaní.
Guillermo era un mozo del Casino que estaba llegando a su casa en una modesta moto luego de una larga jornada laboral.
Tras el suceso y mientras Juaní agonizaba tirado en la calle, Rafael Bofill salió corriendo hasta su casa. Minutos después llegó a escena Mario Bofill, mientras su hijo ebrio quedaba escondido en la casa familiar.
Inmediatamente y sin tintas Bofill padre “elaboró un argumento falso” alegando que su hijo escapaba de delincuentes.
Desde ese día el calvario para la familia Juaní nunca cesó. Los Bofill nunca pidieron perdón y la miserable vida hoy la ocultan en su berreta gloria sostenida de laureles con excremento fétido retorcido. Es lo que son.