El hecho ocurrió el pasado 15 de enero y al día de hoy no se conoce nada de la investigación ni del sumario interno para determinar responsabilidades civiles y penales.
Sin chofer y sin el freno de mano activado, el vehículo tipo trafic con patente HTE-118 se abalanzó sobre Ramón Araujo, quien murió tras sufrir dos episodios cardíacos.
Fue en una situación confusa con un vehículo de la Dirección de Tránsito que a las claras NO estaba habilitado para cumplir la función de CONTROL el cual estaba asignado.
Un rodado que se caía a pedazos y sin las condiciones mínimas de seguridad que la propia Dirección de Transito Municipal exige al ciudadano que paga impuestos cuando realiza operativos de "seguridad vial".
En inmediaciones donde se desarrollaba la Fiesta Nacional del Chamamé, la camioneta destartalada Peugeot Boxer, perteneciente al área de Seguridad Vial de la Municipalidad de la ciudad de Corrientes, estaba siendo cargada con conos refractarios y otros instrumentos, momento en el que el chofer bajó del vehículo para colaborar en las diligencias.
Sin embargo, no se activó el freno de mano de la camioneta y el vehículo se abalanzó sobre el inspector de tránsito Ramón Araujo (54), que fue atropellado por el vehículo y encontró la muerte horas más tarde en el hospital.
La desidia y la incapacidad quedaron de manifiesto no solo en el personal sino en la cabeza que conduce el organismo de recaudación municipal.
Ocupaban y utilizaban un vehículo sin condiciones mínimas. Le asignaron tareas que desnuda predicar con el ejemplo. El rodado y su chofer pudieron haber ocasionado una tragedia peor con ciudadanos que nada tenían que ver.
Pusieron en funciones a un rodado que no estaba preparado para desarrollar tareas en la vía pública y expusieron a situaciones graves a terceros. Irracional comportamiento de la Dirección que no conoce de programación, proyección y responsabilidad en la función pública.
Funcionarios que gozan del los privilegios de un salario que paga el ciudadano cuando cumple sus obligaciones IMPUESTAS por un estado deficitario. Quién protege a Ricardo García que sigue en su cargo esperando la próxima tragedia?
