Son casi 140 familias que quedaron con las tres sucursales de la cadena de supermercados SUPERMAX, luego de disolverse la sociedad entre Alberto Castro y Carlos Irigoyen. En virtud del prontuario de Irigoyen los laburantes tienen el temor de quedar en la calle.

Cuando Alberto Castro lo hecho a Irigoyen de SUPERMAX se encontró que la cadena debía una suma importante en concepto de aportes a la seguridad social de sus empleados y eso no es un buen antecedente hoy.

Se trata de los trabajadores de las tres sucursales que quedaron a cargo de Carlos Irigoyen. Los 137 empleados reclamaron ante el Poder Judicial conocer su situación y mantener los puestos de trabajo.

El representante del Sindicato de Empleados de Comercio, José Gatti, alertó que “los empleados de las tres sucursales de la ex SUPERMAX ubicados en Avenida Armenia, calle Bolívar y Avenida Cazadores Correntinos, se encuentran con total incertidumbre”. 

Carlos Irigoyen, por su parte mantiene el silencio y la reserva y tampoco tomó contacto con ellos para asegurarles su situación.

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