Consecuente y coherente porque en Concepción siempre es oficialista, el senador “del pueblo” cordobés ya está en tratativas para colar sus porotos en las listas de Concejales, con vistas a las elecciones de medio término el año que viene.

En Corrientes se ve con cierta preocupación el perfil investigativo que tiene el Concejo Deliberante con Julio Montenegro a la cabeza y eso inquieta, “no sea el caso que se empiece a escarbar y encuentren los arreglos de la plaza central que costaron 6 millones y que la organizó la Fundación” del senador. Se cobraron en millones pero no se hicieron. De todas formas siempre hay “un Fiscal amigo“ que no ve.

Esta vez bajo sus brazos y a manera de espejito de color apadrina a su propio sobrino Federico Sabaini, quien supo acompañar hasta el fondo del cementerio a José Omar Hechem en su fallida intentona por ser reelecto. Ambos fracasaron, pero ninguno perdió.

Es que el ex intendente de Concepción quedó en el pueblo solapadamente como “Director de Turismo Provincial”, mientras Sabaini “pescó” un cargo político inventado en la provincia.

Rápido el senador y mandamás entre los ciegos, hizo crear un cargo político en el Ministerio de Desarrollo provincial, a contrapelo de bajar los gastos de estado que pidiera el Presidente Macri, y le premió el fracaso a su sobrino Federico Sabaini como “director General de Participación Social y Abordaje Territorial”?

El cargo es ejercido por Sabaini, paradójicamente, solo para hacer política en Concepción y sus alrededores. Entrega colchones, pelotas, camisetas, botellones de agua, frazadas y camas como ayuda a sectores más vulnerables.

La idea del “senador del pueblo cordobés” es negociar y servirse de la poderosa estructura del intendente liberal y ubicar un “gente de plena confianza” en el seno del Concejo Deliberante de Concepción.

Finalmente y luego de perder las elecciones en Concepción hace escasos siete meses, el Senador volvió al pueblo con “nuevas ideas y bajo la solapa de conversaciones institucionales”, se apresta a nuevos enroques con viejas promesas.   

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