Se trata de Aldo Breard. Un sujeto "conocido" en el ambiento cínico e hipócrita del circulo correntino que oficia de entrenador personal y además era famoso pasista y coreógrafo en las comparsas de la ciudad.
Solo cinco denuncias llegan a juicio, otros nueve casos fueron desestimados por la Justicia por prescripción. Creen que hay decenas de víctimas que hace casi 30 años padecieron abusos graves, pero jamás se animaron a denunciar a su agresor por distintas circunstancias de prejuicio.
El Tribunal Oral Penal N°1 comenzó a enjuiciar al personaje correntino Aldo Breard por los delitos de abuso sexual simple, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple reiterado en concurso real.
El procesamiento se debió a las denuncias de 14 hechos delictivos contra la integridad sexual, siendo investigadas y procesadas por cinco de ellos.
La denunciante, S. B., expresó su esperanza y alivio al comenzar el juicio, después de tres años de investigaciones y denuncias. "Las audiencias serán el 17 y 18 de octubre próximo por 5 denuncias de abuso, algunas con acceso carnal a menores", dijo.
La jueza, doctora Josefina González Cabañas, procesó a Aldo Breard mediante resolución N° 1399 el 13 de mayo de 2022. Los delitos están previstos y penados por el artículo 119 del Código Penal y artículo 55 del Código Penal.
Sofía, una de las denunciantes, relató el ultraje que le tocó vivir cuando apenas tenía 14 años.
Su publicación en redes sociales provocó una oleada de mujeres que aseguran haber sufrido los mismo y peores abusos, aunque la Justicia solo analizó 14 casos denunciados "Me paró frente a un espejo y me manoseaba el pecho y mis partes íntimas, con la excusa de medirme", relató.
"Fui la primera que denunció públicamente y pude charlar con más de 70 mujeres, que me contaron que fueron abusadas de distintas maneras por A., hace tres años se concretaron las denuncias y por fin llegamos a juicio", inició el valiente testimonio de Sofía.
"Yo fui cuando tenía 14 años con él. Era muy conocido porque hacía adelgazar rápido a las chicas. Te hacía entrenar y quedarte "con el cuerpo perfecto".
Con ese eslogan, él tuvo el poder de hacer lo que quería, para que vos pienses que estaba haciendo su trabajo y que tenía todo autorizado. El analizaba a quién darle una cita, para hacerte un análisis del cuerpo; darte una dieta. Él sabía a quién abusar. Un día me cita a la siesta para que vaya al salón. Tenía que ir sola, yo tenía 14 años y una vez que ingresabas, te consultaba datos personales, anotaba en un cuaderno, luego te pedía que te saques la ropa y solamente te quedabas en bombacha", contó la joven.